UNA RESPUESTA AL COMENTARIO DE VÍCTOR HUGO DÍAZ

Estuve revisando estos día el blog y pude encontrar un comentario hecho por un gran amante del Ajedrez acerca de la afirmación no exenta de polémica de que David Betancur el anterior entrenador de ajedrez, había sido el mejor ajedrecista tolimense de todos los tiempos y para hacer justicia aquí quiero poner sus comentarios:

Víctor Hugo Díaz Pérez dijo...

Sr. Neira..Cordialmente quisiera aclararle algunos datos equivocados que ud. presenta en la anterior nota, al catalogar a David Betancur como el mejor jugador del Tolima - "de todos los tiempos" -, pasando por alto el sencillo detalle que David es antioqueño, y provisionalmente, por muchos años, estuvo a cargo como entrenador del departamento.
Dice ud. que fué elegido por una encuesta en ésta página, aún así no deja de sorprender que jugadores de la talla de Jaime Céspedes no sean tenidos en cuenta, a lo mejor, porque ninguno de uds. lo conoce, ni conoce sus logros:
- 2 veces Campeón Nacional Juvenil
- Sub-Campeón Nacional Juvenil
- Representó a Colombia en 2 mundiales, Noruega y México
ah,..otro jugador..Julio Bravo, Sub-Campeón Nacional de Mayores, y participó en las Olimpiadas por Colombia..así que le recomiendo gentilmente esforzarse un poco más en conocer la historia real del Ajedréz del Tolima, además creo que pocas veces ha quedado en los diferentes torneos nacionales por encima de otros jugadores como Luis H. Suárez, Jaime Díaz, José I. Rengifo..etc..por supuesto ud. puede guardar gratos recuerdos de David como su amigo, pero desconocer a nuestros jugadores es imperdonable.
Gracias

Y aquí mi respuesta:

Estimado Víctor Hugo:

No sé si me recuerde, pero yo si lo conozco a usted y a su hermano Jaime Walter, con quien creo que tengo una buena amistad y por quien profeso una profunda admiración porque ha sido una de las glorias del ajedrez tolimense, al lado de Jaime Céspedes, Luís Humberto Suárez, los hermanos Núñez Torres, Jorge Humberto Ortiz, Nadya Karolina Ortiz, Martha Liliana García, José Ignacio Rengifo y otros tantos que han representado al Tolima en los diversos torneos a nivel nacional e incluso a nivel internacional.

Para su conocimiento llevo más de 25 años vinculado con el ajedrez, ya sea como jugador (aunque debo confesar que no me he destacado más allá del nivel departamental), como entrenador (obteniendo con mis estudiantes esporádicas pero buenas actuaciones a nivel departamental), como organizador de torneos (gestionando, apoyando y ejecutando los dos torneos nacionales de ajedrez que se realizaron en Ortega, Tolima, durante los años 2005 y 2006) y como dirigente en el Club de Ajedrez en Ortega Tolima y en la Liga de Ajedrez del Tolima de la que soy actual presidente. Además, conozco a casi toda la pléyade de jugadores del nivel nacional y a algunos internacionales, con quienes he trabado buena amistad (como son todas las amistades que llegan a través de nuestro bello deporte), he compartido no solamente delante de un tablero, sino que he sostenido charlas, conferencias y compartido diversas impresiones sobre muchos otros temas.

Aunque el tiempo no me lo permite como quisiera, la práctica del ajedrez siempre ha estado ligada a mi vida, tanto laboral como particular y considero que mis conocimientos acerca de la historia del ajedrez, no solo departamental sino nacional y mundial, es, al menos aceptable, como para realizar ciertas aseveraciones que considero relevantes a la hora de escribir mis notas.

En lo referente a su nota, es muy comprensible su malestar y la verdad no fue mi intención ofender a ningún ajedrecista tolimense, sino que en su momento (hace siete meses) consideré injusta la forma en que una persona que entregó gran parte de su vida al desarrollo de nuevas figuras en el ámbito departamental y que representó a nuestro departamento en innumerables ocasiones, saliera sin el debido reconocimiento por parte de las autoridades departamentales del deporte, quienes apenas por medio de una desabrida misiva dieron sus agradecimientos y dijeron adiós a una persona de las cualidades y calidades humanas de David Betancur.

Se me podrá objetar que siento algún tipo de resentimiento por lo acontecido y en efecto no se lo voy a negar. Pero más que resentimiento es tristeza, porque este hecho nos muestra, no solamente ante nuestros coterráneos, sino ante el país entero, como gente ingrata que olvida, por los avatares del momento, los aportes que han realizado las personas que, sin ser oriundas de este departamento, han dejado huellas aún más perennes que los nacidos aquí.

También se me podrá decir que no soy un interlocutor objetivo, porque soy amigo personal de David Rogelio, cosa que de modo alguno voy a negar. Con el Maestro David nos conocimos desde hace 11 años, en una época en que fue contratado por el Club de Ajedrez Blancas y Negras de Ortega para dictar unas conferencias en nuestro municipio y debido a la escasez de recursos se tuvo que hospedar en mi casa. Desde ese momento admiré su forma de enseñar, su didáctica, su profesionalismo y su carácter. Unos años más tarde participé en varios Torneos Departamentales de Mayores y pude observar en vivo y en directo su fuerza de juego, su capacidad de análisis, pero a pesar de ello, su sencillez en enseñar los fundamentos de sus razonamientos (cosa que por cierto muy pocos jugadores hacen, puesto que siempre se reservan para si sus mejores “secretos”). Creo que es de los pocos maestros en el país (al menos en lo que he visto) que han aportado y enseñado con tal dedicación a sus alumnos que incluso estos últimos le pueden ganar (el caso de los dos hermanos Núñez es el mejor ejemplo). También estuve presente cuando en innumerables ocasiones fue Campeón Departamental y tuve la satisfacción de asistir como Delegado a los XVIII Juegos Nacionales en el año 2008, en los cuales volví de nuevo a observar la forma en que de la nada, sin la preparación adecuada y dedicando mayor tiempo a sus pupilos que a sí mismo, ocupo la séptima casilla en la clasificación del torneo en la modalidad de ajedrez clásico. Por supuesto, y no está demás, reconocer que soy amigo de su esposa y de cada uno de sus siete hijos a quienes conozco de vista y trato y quienes junto a mi familia han pasado gratos momentos.

Pero más allá de la familiaridad que yo pueda tener con David, de que nos une una gran amistad y respeto mutuo, si quisiera hacerle a usted, mi estimado Víctor Hugo, algunas precisiones que vienen a lugar:

Es cierto que David Betancur es de origen antioqueño, eso no lo puede negar ni siquiera al hablar. Lo es también su esposa y sus ancestros, aunque no sus hijos quienes son y se consideran totalmente tolimenses. Ahora bien, David Rogelio durante 18 años representó al Tolima en diversos torneos, se puso nuestro amado vino tinto y oro y no nos hizo quedar para nada mal. En muchas ocasiones y en muchos torneos hizo quedar en alto nuestra bandera y nuestro estandarte (eso también es historia conocida). Usted puede ver, aunque sé que lo ha hecho, que en los diversos eventos e incluso en listado ELO nacional aparece David como tolimense y sus triunfos, así como sus derrotas, son apropiados por el departamento, llegando de esta forma a ser parte de nuestra historia. Para ejemplificarlo con un caso que se me viene en este momento a la mente, guardadas las proporciones, por supuesto, tenemos a Alexei Shirov quien nacido en Letonia, pero que está nacionalizado y juega los torneos bajo la bandera española y, precisamente es España quien toma sus triunfos como triunfos de un ibérico y no de un letón. Usted me podrá objetar que Shirov tiene nacionalidad española pero que David no tiene “nacionalidad” tolimense, pero yo le replicaría nuevamente que sus representaciones han sido a nombre del departamento y cuando se realizan reseñas a nivel nacional sus triunfos y sus fracasos son triunfos y fracasos del Tolima.

Ahora bien, si nos ceñimos al plano netamente deportivo y dejamos a un lado nuestro regionalismo mal enfocado, es indudable que como DEPORTISTA, los logros de David Rogelio Betancur durante el período de 18 años en los que vivió aquí y sus actuaciones a nombre del Departamento del Tolima, han tenido una regularidad constante que está muy por encima de nuestros demás ajedrecistas, aunque estos últimos se hayan destacado en forma esporádica en algunos eventos y eso es algo que no se puede negar, más allá de los afectos u odios que sus posturas y su forma de ser puedan generar y, por supuesto, mucho más allá de la amistad y “los gratos recuerdos” que usted menciona en su comentario.

Todo lo anterior sin mencionar su labor como entrenador, en la que no me pienso detener porque alargaría demasiado esta respuesta a sus comentarios, pero baste decir que ninguno de los entrenadores que ha tenido la Liga hasta el momento, e incluso muy pocos a nivel nacional, pueden vanagloriarse de tener a su haber tantos campeones nacionales en tantas categorías.

Antes de terminar, quiero mencionarle que de ninguna forma estoy desconociendo la historia gloriosa de nuestro departamento, es más, creo que el ajedrez nunca ha tenido el reconocimiento que se merece y que es y ha sido mediocremente apoyado por la dirigencia política del Tolima. El ajedrez debiera ser el Deporte Insignia del Departamento, aquí la liga más fortalecida debería de ser la de ajedrez (con el perdón de las otras ligas) porque es la que ha demostrado mayores triunfos en todos los niveles. Deberían existir más entrenadores; mayor masificación (en realidad no podemos hablar de masificación en el estado actual de las cosas); los ajedrecistas deberían contar con mayores elementos de dotación y con tecnología de punta para mejorar y aumentar su rendimiento; debería haber un programa departamental que protegiera a nuestra glorias presentes y pasadas para que no vivieran momentos económicos difíciles; el ajedrez debería ser materia obligatoria en las instituciones educativas del Tolima, lo cual generaría empleo para nuestros jugadores y se deberían ampliar los programas de capacitación para entrenadores y árbitros. Desafortunadamente no está en manos de los dirigentes del ajedrez cambiar tal estado de cosas, porque sin duda redundaría en múltiples beneficios para todos, incluyendo a los deportistas y podríamos aspirar a que casos como el de Nadya Karolina no fueran aislados. Desafortunadamente la solución está en manos de quienes tienen los fondos y el poder suficiente para hacerlo, es decir, la clase política del departamento y no en manos de aquellos que, como nosotros, dedican una parte de su tiempo a tratar de sostener lo conseguido sin esperar ninguna retribución a cambio (porque de hecho estos cargos son Honoris Causa). Lo invito mi querido Víctor Hugo a que examine los Planes de Acción que ha elaborado la Liga durante los años anteriores para que nos haga sus valiosos aportes y no desperdiciar nuestro tiempo en discusiones Bizantinas.

Por último, quiero ser enfático en que con este artículo no es mi intención formar una polémica que sería interminable, porque existen muchas razones para sustentar mi posición y sé que aquellos que no están de acuerdo conmigo tienen también razones muy valederas para sostener sus posiciones, pero, mi intención era simple y sencillamente hacer un reconocimiento a una persona que dedico gran parte de su vida personal, laboral, sentimental y ajedrecística a nuestro departamento y que, desafortunadamente para nosotros, no tuvo una despedida acorde a sus aportes. Y sigo sosteniendo que en lo deportivo DAVID ROGELIO BETANCUR GIRALDO es el mejor ajedrecista que ha tenido el Tolima hasta el momento, no por la amistad que me une a él sino por los logros y actuaciones conseguidas en nombre de nuestra amada tierra piajo.

Muchas gracias.

OSCAR NEIRA